Experimentos económicos | Estudio de la gestión organizacional

Los experimentos económicos como herramienta en el estudio de la gestión organizacional

Por : Comunicación y Eventos

 

Helder Osorio Moranchel

Docente de Posgrado Universidad del Valle de Puebla, México. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-9401-3130. C.E.: helder.osorio@uvp.edu.mx

 

Palabras clave:

Experimentos económicos; metodología; Gestión organizacional.

La adopción de nuevas técnicas de gestión o enfoques estratégicos en las organizaciones conllevan una expectativa de mejorar el desempeño de una organización, no obstante, también implican un riesgo.

La gestión organizacional aborda el proceso de toma de decisiones en ambientes inciertos con información dispersa, pero con objetivos comunes (Radner, 1972). Por lo que las organizaciones deben modelizarse mediante un análisis administrativo, o proveniente de las ciencias administrativas, y gestionarse a través del diseño de mecanismos (Hurwicz, 1973).

Algunos teóricos de la gestión de las organizaciones (Mirrlees, 1975; Jensen y Meckling, 1976), desde diferentes enfoques y perspectivas, han enfocado sus esfuerzos a determinar qué tipos de indicadores o cálculos deben utilizarse para medir el desempeño de los agentes en las organizaciones.

Podemos mencionar dos ejemplos de este tema clave. En primer lugar, las mediciones formales creadas y usadas para analizar el comportamiento administrativo que no está totalmente determinado por reglas o fórmulas (informal management) (Gibbons y Kaplan, 2015). Es decir, el comportamiento de los ejecutivos al hacer uso de su experiencia (discreción y juicio).

En segundo lugar, la búsqueda de métodos de investigación cualitativos para resolver problemas centrados en el factor humano (Datar y Bowler, 2016). Este tipo de problemas no estructurados, con datos ambiguos, en ambientes cambiantes y con sobrecarga de información precisan de profesionales para encontrar nuevas formas de encuadre a problemas, con herramientas que logren encontrar, recolectar y sintetizar grandes volúmenes de datos, además de ejercitar la creatividad e imaginación (Datar, Garvin y Cullen, 2010).

Para abordar la problemática de las organizaciones, se debe considerar tres aspectos (Gibbons y Roberts, 2013); primero, se debe preguntar sobre la naturaleza de esta, es decir, cuáles son los objetivos, límites y características de las organizaciones. Segundo, el desempeño de las organizaciones, es decir, cómo medirlo o cuantificarlo, de qué forma compararlo. Tercero, su diseño o gobierno, en otras palabras, la forma de organización o arquitectura al interior de una organización. Un cuarto elemento puede ser la relación entre estos dos últimos, es decir, en qué forma corresponde el diseño de una organización con su desempeño.

Ahora bien, uno de los temas que más se ha estudiado y probado, en los experimentos organizacionales, son las relaciones que guardan los incentivos y el esfuerzo de los trabajadores en una empresa. Estas relaciones no siempre son las mismas o unidireccionales, es decir, algunas veces esta relación puede resultar contraintuitiva.

Un ejemplo de esto es el experimento de Camerer (1997) en el que se pude observar que un incremento en el salario no siempre corresponderá una subida en la oferta de trabajo o disposición de trabajar. Otro experimento similar de Fehr y Goette (2007), con mensajeros ciclistas, tuvo resultados similares.

Otro tipo de experimentos tratan de representar las condiciones de competencia al interior de las organizaciones. Estas condiciones de competencia pueden asemejarse a aun torneo para conseguir alguna recompensa como un ascenso.

Los experimentos en laboratorio o en las organizaciones tienen un costo de oportunidad diferente. Los llevados a cabo en el laboratorio, los investigadores poseen un mayor control en los individuos participantes y las variables a tratar. No obstante, la información y situaciones observadas in situ pueden aportar mayores datos o detonar preguntas más interesantes para analizar dentro de las organizaciones. En ambos casos la comunicación entre los resultados o hallazgos de los resultados y la teoría sobre la gestión de las organizaciones debe ser continua y productiva. En este sentido, las investigaciones sobre la gestión de las organizaciones deben estar estrechamente ligadas a este tipo de estudios.

Finalmente, es posible la aplicación de otros tipos de experimentos para el estudio y gestión de una organización. La relevancia y uso de estos dependerá del contexto, externo e interno, en que se encuentre la organización, así como los objetivos particulares que se quieran estudiar o comenzar a diseñar. Lo importante es conocer el alcance de la herramienta que presentan los experimentos económicos para aportar evidencia empírica y soporte al diseño o gestión organizacional.

Una ventaja, casi inesperada de los experimentos económicos, es la facilidad con que los estudiantes, de carreras económico-administrativas (o de otras áreas) llegan a comprender algunos conceptos relacionados con la gestión organizacional o con la economía. Al tener evidencia empírica y que ellos den seguimiento a su construcción, se logra un entendimiento más rápido y sencillo.

Referencias

Camerer, C. F. (1997). “Behavioral Economics and Non rational Organizational Decision Making,” in J. Halpern and R. Stern (eds.), Debating Rationality: Nonrational Aspects of Organizational Decision Making. Ithaca, NY: ILR Press, pp. 53–77.

Datar, S., & Bowler, C. N. (2015). Design Thinking and innovative problem solving. In J. Canals (Ed.), Shaping Entrepreneurial Mindsets: Innovation and Entrepreneurship in Leadership Development (pp. 119–138). Palgrave Macmillan Limited.

Datar, S. M., Garvin, D. A., Cullen, P. G., & Cullen, P. (2010). Rethinking the MBA: Business education at a crossroads. Harvard Business Press.

Fehr, E. & Goette L. (2007). “Do Workers Work More If Wages Are High? Evidence from a Randomized Field Experiment.” American Economic Review 97: 298–317.

Gibbons, R., & Kaplan, R. S. (2015). Formal measures in informal management: can a balanced scorecard change a culture?.American Economic Review105(5), 447-51.

Hurwicz, L. (1973). “The Design of Mechanisms for Resource Allocation.” American Economic Review 63: 1–30.

Gibbons, R. & Roberts, J. (2013). The Handbook of Organizational Economics, Arizona, Estados Unidos:Princeton Editorial Associates Inc.

Jensen, M. & Meckling, W. (1976). “Theory of the Firm: Managerial Behavior, Agency Costs and Ownership Structure.” Journal of Financial Economics 3: 305–360.

Mirrlees, J. (1975) [1999]. “The Theory of Moral Hazard and Unobservable Behaviour: Part I.” Mimeo, Oxford University. Published in Review of Economic Studies 66: 3–21.

Radner, R. (1972). “Allocation of a Scarce Resource under Uncertainty: An Example of a Team,” in C. B. McGuire and Roy Radner (eds.), Decision and Organization. Amsterdam: North-Holland. pp. 217–236. Second edition published in 1986 by University of Minnesota Press.

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