El Emprendimiento en México: Fuente de Riqueza y Motor de Progreso
El emprendimiento en México es una fuerza vital que impulsa la economía, genera empleo y fomenta la innovación. En un país con una población joven y creativa, la cultura emprendedora se ha convertido en un pilar esencial para el desarrollo económico y social. Los emprendedores mexicanos no solo crean nuevas empresas y oportunidades laborales, sino que también son catalizadores de cambio. A través de sus ideas innovadoras y soluciones creativas, abordan problemas locales y globales, desde la sostenibilidad ambiental hasta la inclusión financiera. Este espíritu emprendedor es crucial para diversificar la economía y reducir la dependencia de sectores tradicionales.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs) representan el 99.8% de las unidades económicas en México y generan el 72% del empleo en el país. Este dato subraya la importancia del emprendimiento como motor de la economía nacional. Además, el crecimiento de la economía digital y el acceso a tecnologías emergentes han abierto nuevas fronteras para los emprendedores, permitiéndoles competir en el mercado global.
Al hablar de la relevancia que tiene emprendimiento para la economía en México, también queda expuesta la fragilidad ante situaciones cambiantes: En nuestro país alrededor del 75% de las empresas fracasan entre el 2do y 3er año que abren sus puertas (INEGI); así mismo en la contingencia sanitaria declarada a causa de la pandemia del COVID 19, más de cuarta parte de las empresas en México cerraron sus puertas definitivamente (Forbes México). Estos hechos ejemplifican la situación débil del contexto empresarial, obligando a poner sobre la mesa un análisis de los diversos factores que suscitan esta situación, entre los que podríamos mencionar la falta de profesionalización empresarial, la carencia en capacitación, así como la inversión mal dirigida; lo que resta capacidad para la subsistencia de las empresas. Para entender estos factores, se debe conocer la naturaleza del gran origen del emprendimiento en México: aproximadamente el 30% de los emprendimientos se da por una situación de vulnerabilidad económica de sus fundadores. Según la OCDE: El mexicano es emprendedor, lamentablemente lo hace por necesidad, lo que origina que millones de empresas nazcan sin formación del fundador, sin inversión suficiente y a prisa, es decir, sin un plan de negocios. Es por ello que, hoy más que nunca, se debe fomentar el emprendimiento y la competitividad en el ecosistema emprendedor, el apoyo a la profesionalización del emprendimiento, fomentar las capacidades para crear, fortalecer y hacer crecer empresas tiene un impacto significativo en la reducción de la pobreza y la desigualdad. Al crear y conservar empleos, así como fomentar la movilidad social, los emprendedores contribuyen a una distribución más equitativa de la riqueza y al fortalecimiento del tejido social. Programas gubernamentales, incubadoras y aceleradoras juegan un papel crucial en este
ecosistema, ofreciendo recursos, capacitación y financiación para ayudar a los emprendedores a transformar sus ideas en realidades exitosas.
El emprendimiento en México es más que una fuente de riqueza económica; es una herramienta poderosa para el progreso social y la innovación. Fomentar y apoyar a los emprendedores es invertir en el futuro del país, creando un entorno dinámico y resiliente que beneficia a todos los mexicanos.