El cáncer de mama se ha posicionado como una de las mayores causas de muerte en México, pese a los esfuerzos gubernamentales, las campañas de organizaciones sin fines de lucro e incluso franquicias, no se ha logrado mitigar este problema de salud pública, tal es la gravedad de la situación que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estimado que el número de nuevos casos de cáncer se ha duplicado en los últimos 25 años.
Como ciudadanía solemos atribuir la responsabilidad de este problema a un solo sector, culpando a las autoridades, al área de la salud o simplemente por ser un problema genético, llegamos a adquirir este pensamiento de “ya que, qué le voy hacer”; lo que muy pocas veces pensamos es que el dilema recae en una red de sectores que están estrictamente relacionados: desde la cultura de la prevención, gobiernos, el tabú, los sistemas de salud, la educación y muchos más.
La prevención y la proporción de esta información no debería ser tema sólo de la mujeres, también de los hombres; de igual forma, esta conversación no sólo debe de existir o estar en el radar a partir de los 20 años en adelante, es importante llegar a los jóvenes para generar conciencia de sus cargas genéticas, al igual que romper tabúes.
Hablar del seno puede resultar incómodo, desde las típicas pláticas impartidas por las estudiantes de enfermería en donde hacen muestras de exámenes de exploración en casa, en sus caras muchas veces se muestra incomodidad o incluso pereza, y por parte de su audiencia, lo mismo.
Hablar desde el primer periodo menstrual hasta la menopausia, factores reproductivos como la edad de la menarca, la paridad, la edad al primer embarazo de término y a la lactancia se han relacionado con el riesgo de cáncer de mama desde el 2009 por el Centro de Investigaciones en Salud Poblacional del Instituto Nacional de Salud Pública; temas que resultan ser tabú entre la población mexicana, demostrando que en la salud también existen estigmas y brechas de género.
Aunque Puebla se posiciona en el lugar número 24 con mayor número de defunciones por cáncer de mama en toda la República Mexicana, esto no debería de quitar el dedo del renglón y seguir siendo una lucha constante desde romper como sociedad estos tabúes que no nos permiten tener una conversación fructífera y eficiente para poder atacar esta enfermedad que se lleva a miles de mexicanas y mexicanos al año.
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